Desarrollar las competencias ciudadanas de forma lúdica para formar mejores ciudadanos
Las competencias ciudadanas son
aquellas habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas, conocimientos y
actitudes que, articuladas entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de
manera constructiva en la sociedad democrática, permitiendo que los ciudadanos
contribuyan a la convivencia, a la construcción de procesos democráticos y a
comprender la pluralidad como oportunidad y riqueza de la sociedad, tanto en su
entorno cercano (familia, amigos, aula, institución escolar), como en su
comunidad, país o a nivel internacional.[1]
Las competencias ciudadanas se
trabajan desde tres ámbitos temáticos: construcción de la convivencia y la paz,
participación y responsabilidad democrática y pluralidad, identidad y
valoración de las diferencias.
Desde el ámbito o grupo de competencia
denominado “Convivencia y paz” se tiene en cuenta la capacidad de las personas para establecer relaciones sociales y humanas
de calidad, fundamentadas en el cariño, la empatía, la tolerancia, la
solidaridad y el respeto por los demás. Desde la “Participación y
responsabilidad democrática” se orientan hacia la toma de decisiones en diversos
contextos, teniendo en cuenta que dichas decisiones deben respetar tanto los
derechos fundamentales de los individuos como los acuerdos, normas, las leyes y
la Constitución que rigen la vida en comunidad. Desde la “Pluralidad, identidad y valoración de
las diferencias”, se hace el reconocimiento
de una igual dignidad en todas las personas partiendo de la valoración de sus
características de género, etnia, religión, cultura, grupo social, entre otros.
En cuanto a
los tipos de competencias ciudadanas, se incluyen:
-
Competencias cognitivas: Capacidad para realizar
diversos procesos mentales, fundamentales en el ejercicio ciudadano tales como
la identificación de las consecuencias de una decisión, la descentración, la
coordinación de perspectivas, etc.
- Competencias emocionales: Habilidades necesarias para la identificación y
respuesta constructiva ante las emociones propias y las de los demás, como por
ejemplo sentir lo que otros sienten.
- Competencias comunicativas: Habilidades necesarias
para un diálogo constructivo con otras personas. Se trata de con precisión y
empatía, de expresarse con distintos sistemas simbólicos (lengua, pintura,
danza, etc.). También es desarrollar habilidades para expresar nuestras
posiciones de manera asertiva y abierta al cambio.
- Competencias integradoras: Son las habilidades para articular, en la acción
misma, las demás competencias y los conocimientos necesarios para el ejercicio
de la ciudadanía. Por ejemplo, resolver
un conflicto pacífica y constructivamente.
- Conocimientos: Se refiere a la información teórica
y práctica que las personas deben saber y comprender acerca del ejercicio de la
ciudadanía. Tener conocimientos no
implica participación, pero carecer de ellos sí limita y casi impiden el
ejercicio de la ciudadanía.
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